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domingo, 3 de noviembre de 2013

TE DESEO PRIMERO QUE AMES






Te deseo primero que ames, 
y que amando, también seas amado. 



Y que, de no ser así, seas breve en olvidar 
y que después de olvidar, no guardes rencores. 
Te deseo , pues, que no sea así, pero que si es, 
sepas ser sin desesperar.

Te deseo también que tengas amigos, 
y que, incluso malos e inconsecuentes 
sean valientes y fieles, y que por lo menos 
haya uno en quien confiar sin dudar.

Y porque la vida es así, 
te deseo también que tengas enemigos. 
Ni muchos ni pocos, en la medida exacta,
 para que, algunas veces, te cuestiones 
tus propias certezas. Y que entre ellos ,
haya por lo menos uno que sea justo ,
para que no te sientas demasiado seguro.

Te deseo además que seas útil, 
más no insustituible.
 Y que en los momentos malos,
 cuando no quede más nada,
esa utilidad sea suficiente 
para mantenerte en pie.

Igualmente, te deseo que seas tolerante, 
no con los que se equivocan poco, 
porque eso es fácil, sino con los que 
se equivocan mucho e irremediablemente, 
y que haciendo buen uso de esa tolerancia, 
sirvas de ejemplo a otros.

Te deseo que siendo joven 
no madures demasiado de prisa, 
y que ya maduro, no insistas en rejuvenecer, 
y que siendo viejo no te dediques al desespero. 
Porque cada edad tiene su placer
y su dolor y es necesario dejar 
que fluyan entre nosotros.

Te deseo de paso que seas triste.
 No todo el año, sino apenas un día. 
Pero que en ese día descubras
que la risa diaria es buena, 
que la risa habitual es sosa y 
la risa constante es malsana.

Te deseo que descubras,
con urgencia máxima, 
por encima y a pesar de todo, 
que existen, y que te rodean, 
seres oprimidos, 
tratados con injusticia y personas infelices.

Te deseo que acaricies un perro,
 alimentes a un pájaro 
y oigas a un jilguero erguir triunfante su canto matinal, 
porque de esta manera,
sentirás bien por nada.

Deseo también que plantes una semilla, 
por más minúscula que sea, 
y la acompañes en su crecimiento,
 para que descubras de cuántas vidas 
está hecho un árbol..

Te deseo, además, que tengas dinero,
 porque es necesario ser práctico, 
y que por lo menos una vez por año 
pongas algo de ese dinero frente a ti y digas: 
"Esto es mío” 
sólo para que quede claro 
quién es el dueño de quién.

Te deseo también 
que ninguno de tus afectos muera, 
pero que si muere alguno, 
puedas llorar sin lamentarte y sufrir 
sin sentirte culpable.

Te deseo por fin que, tengas un buen amor,
mañana y al día siguiente,
y que cuando estéis exhaustos y sonrientes,
habléis sobre amor para empezar de nuevo

Si todas estas cosas llegaran a pasar, 
no tengo más nada que desearte.


( VICTOR HUGO, escritor francés )

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