Páginas

Mostrando entradas con la etiqueta LA MUJER JUSTA. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta LA MUJER JUSTA. Mostrar todas las entradas

domingo, 22 de marzo de 2015

LA MUJER JUSTA


"...Un día me incorporé en la cama y sonreí. Ya no sentía dolor. Y de golpe comprendí que la persona justa no existe. Ni en el cielo ni en la tierra, ni en ningún otro lugar. Simplemente hay personas, y en cada una hay una pizca de la persona justa, pero ninguna tiene todo lo que esperamos y deseamos. Ninguna reúne todos los requisitos, no existe esa figura única, particular, maravillosa e insustituible que nos hará felices. Sólo hay personas. Y en cada una hay siempre un poco de todo, es a la vez escoria y un rayo de luz ... sin duda es cierto que no existe la persona justa y que las ilusiones se desvanecen, pero yo lo amo y eso es distinto. Cuando uno ama a alguien siempre se le sobresalta el corazón al verlo o al oír algo sobre él. En resumen, creo que todo pasa, menos el amor. Aunque eso no tiene ningún sentido práctico".


 (Sándor Márai, en "La mujer justa")

domingo, 12 de agosto de 2012

LA MUJER JUSTA


Sándor Márai , escritor húngaro, en “La mujer justa”, escribió lo siguiente: “El amor existe o no existe. ¿Qué más hay que saber?¿En qué se convierte el sentimiento humano cuándo detrás de él hay la intención y la conciencia? ¿Sabes?, cuando uno se va haciendo viejo se va dando cuenta de que todo es diferente de lo que pensaba; hay que ser mañoso en todo, hay que aprenderlo todo, incluso a amar.” 

Por otra parte, el escritor valenciano Juan José Millás escribió: “Los hay que se resignan, aceptando lo ocurrido como una suerte de jubilación anticipada y forzosa, una especie de pequeña muerte a la que tarde o temprano, a base de sofá y telebasura, piensan, se acostumbrarán. Pero la mayoría, me gusta imaginar, espera tenazmente el regreso de esa vida, desde donde quiera que esté, para subirse de nuevo a ella, y vivirla, en esta oportunidad, con mayor frenesí que antes. La mitad de la gente que vemos bajo las marquesinas callejeras -yo entre ellos- fingiendo esperar al autobús, esperan en realidad que vuelva a pasar su vida por delante para retomarla de nuevo, aunque sea en marcha.”

  A todo esto yo añadiría que lo malo, la tragedia de la vida es que mientras vas creciendo y madurando, te vas dando cuenta de que incluso a pesar de que puedan haber diferencias y maneras distintas de ver la vida, cuando alguien te ama de verdad busca guiarte por el camino correcto, te ayuda en tus carencias, te habla, se entrega a ti sin condiciones, dialoga contigo y trata de llegar a tu alma, te es leal aunque en algunas cosas no esté de acuerdo contigo;…… y cuando no te ama o mejor dicho cuando acabas observando que finge torpemente que te ama, todo cuando te da son excusas que se notan en evasivas, en falta de claridad, en conductas frías y en desinterés, y entonces las actitudes empiezan a parecer algo claramente deshonesto que termina llevando a una desconfianza total, y es cuando uno aprende y descubre, sin que ello quede exento de dolor, que el amor empieza a irse de a poco a poco hasta que llega a morirse por si mismo, especialmente por un veneno llamado ingratitud.