Puedo
serte infiel o fiel; puedo simular, mentir, omitir y ocultarte cosas; hablar
claro y de frente como lo hacen los niños. Puedo creer en el amor para toda la
vida, planear un romance de algunos años o vivir solamente una aventura. Sólo
tienes que decirme qué quieres de mi.
Por
eso, y dicho sin rodeos, no hay nada tan honesto como que te hablen siempre
claro desde el principio, para no dar lugar a posteriores e inútiles dramas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario