Es
curioso como en ocasiones nos enganchamos por alguien que ni nos valora ni nos
tiene en estima. A veces
el amor nos vuelve irracionales y entupidos. Nuestro corazón no es capaz de
cerrar una etapa y decir “ya fue suficiente”. Sabemos que en muchos casos el
amor es ciego, caprichoso y dañino pero eso no quiere decir que el amor duela
siempre. A veces lo que necesitamos es aprender a ver las cosas
con claridad, a reaccionar y a tomar decisiones firmes… A veces no nos queda otra
que salir de la oscuridad, buscar la luz, ponernos las gafas de la felicidad y
abrir bien los ojos. Hay que fijar la vista hacia otros objetivos y el
primero es sentirte bien contigo mismo. Lo demás ya vendrá…
( Anónimo )
( Anónimo )
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