No
ames a una mujer que no la admires o que no te gusta, porque si no la admiras o
no te gusta, no la respetarás. Y por consiguiente, si no la respetas no la
desearás.
Porque
sin admiración, apenas nada tienes que hacer con ella. De la admiración nace el
respeto, la lealtad, la certeza, el deseo, la confianza, el amor y los mejores
sentimientos.
Búscate
una mujer que despierte admiración en ti, y que te guste, porque si eliges a la
equivocada, todo acabará siendo un fracaso y una pérdida de tiempo.
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