"Entonces, Almitra
habló otra vez: ¿Qué nos diréis sobre el Matrimonio, Maestro?. Y él respondió,
diciendo: [...] Amaos el uno al otro, pero no hagáis del amor una atadura.
Llenaos uno al otro vuestras copas, pero no bebáis de una sola copa. Daos el
uno al otro de vuestro pan, pero no comáis del mismo trozo. Cantad y bailad
juntos y estad alegres, pero que cada uno de vosotros sea independiente. Las
cuerdas de un laúd están solas, aunque tiemblen con la misma música. Dad vuestro
corazón, pero no para que vuestro compañero lo tenga. Porque sólo la mano de la
Vida puede contener los corazones. Y estad juntos, pero no demasiado juntos.
Porque los pilares del templo están aparte. Y, ni el roble crece bajo la sombra
del ciprés ni el ciprés bajo la del roble."
(Khalil Gibran, escritor
libanés, en "El Profeta")
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