Buenos días, querida.
Quería decirte que me gusta
tu sonrisa. Fresca como la brisa de la mañana, que nada más verte al
despertarme, sonrisa y brillo de tus ojos me alegran el día, me traen su
misteriosa felicidad y me inunda gratamente mi vida.
Que nunca se te borre esa
sonrisa tuya tan angelical, que nunca muera en ti aquello de que la mejor curva
de una mujer es su sonrisa. Me encanta tu sonrisa, me embelesa día a día cada
vez que te veo, es como un bálsamo natural que me hace sentir bien, y es para
mi algo muy especial, que sin tu sonrisa la vida no sería lo mismo. Es más, no
podría vivir sin tus sonrisas, tus besos y tus abrazos, que me son tan
necesarios como el aire que respiro.
Nunca dejes de sonreírme,
por muy tonto que pueda parecerte a veces, porque podría llegar a tener todas
las posesiones del mundo, pero ningún regalo tan valioso ni mejor, que tu
sonrisa, tus besos y tus abrazos, reflejos de tu amor.
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