Páginas

miércoles, 7 de agosto de 2013

EL REENCUENTRO



Después de unos largos años sin verte, de recordar la primera vez que te ví en el instituto y yo era un muchacho diez años mayor que tú al que tú rechazabas más por influencia de tus tontas amigas, que por impulsos de ti misma. Después de casi 20 años sin verte desde la primera vez, estuve pensando en qué sentiría si te viera de nuevo; si mi corazón se aceleraría o se quedaría pasivo; si los recuerdos los buenos y los malos, me llegarían en cascada o no me provocarías nada; si sería capaz de perdonarte todas tus estupideces, tus absurdos rechazos, y el deseo me renacería. Si mi boca querría besarte para sentir el calor que desprenden tus labios como antes, o si sabría controlar sin demasiadas dificultades esos deseos, castigándote con el mismo rechazo que tú tenías para conmigo. Me preguntaba qué sentiría al tenerte de nuevo frente a mi. Preferiste a otro porque entonces pensabas que era mejor que yo, pero al final viste que se embobó, que se engordó, que se emborrachaba, que se iba con otras mujeres,…..y sin embargo, yo que te amaba con locura, a mi me rechazaste despiadamente, y ya ves, sigo derecho y entero, y ya no me puedes comparar, ya no puedes pensar como antes que yo era peor.

Pero también me preguntaba, si al reencontrarnos, qué verías ahora en mí, si sólo verías en mi cara el paso del tiempo, o verías de nuevo a aquel joven mozo que suspiraba por ti, que se partía el brazo con tal de conseguir tu amor; si me verías las canas que empiezan a poblarme las sienes, o me aceptarías tal como soy ahora.

Me preguntaba si volverías a emocionarte, si nuevamente temblarías de deseo como aquella vez que lo hicimos furtivamente,….o si te quedarías fría y ya no sentirías nada por mi. Si podríamos hablar de todos esos años que han pasado, e incluso del futuro que creemos que nos espera. Me preguntaba si esta vez tendría ya una segunda oportunidad contigo, si los dos deberíamos abrirnos la puerta el uno al otro y vivir ese amor que nos hemos perdido, ese amor que tú no consentiste y que se nos ha perdido con paso de todos esos años.

Y ya estás aquí, ya estamos frente a frente, no sé qué decirte, tú sólo me miras y me sonríes, y me sorprendes gratamente…¿es que ya te diste cuenta de lo cruel que fuiste en rechazarme y de que yo no me merecía eso?,….¿es por eso que ahora me sonríes y me miras con emoción, como si quisieras pedirme perdón?. ¿Qué importa el pasado, qué importan tonterías que ya han pasado y nunca más volverán?, ….ahora sólo alargo mi brazo hacia ti y me atrapas, me atraes hacia ti, tu boca busca la mía, no vacilas en besarme,…se te notan las ganas, y ahora respiro tu aliento y te fundes en mí, y me despiertas todos mis sentidos, me embriago de tu aroma, el mismo que te regalé como aquella vez, aquel perfume de origen ruso, que sabías que era mi preferido,…ahora percibo el aroma de tu beso, que es como aquel que furtivamente una vez te robé. Y se me olvidan las preguntas y los temores, se me borran las tristezas y resquemores,….ahora quiero disfrutar de tu entrega total sin necesidad de palabras, no me tienes que rendir hechos ni darme excusas,….con tus besos es como si me lo dijeras todo.

El tiempo se desvanece, pero siento que nuestros corazones se aproximan, y no me preguntas lo que hice como tampoco yo te pregunto a ti, tiempo tendrás de contármelo,…sólo me susurras que aún me amas, que es lo único que me importaba que me dijeras, y renace de nuevo mi deseo por ti, como en aquellos años adolescentes que te conocí, y nuestros cuerpos buscan sus sitios, tu boca encuentra la mía, te apetece besarme,…si supieras cuánto te echó en falta mi boca, aunque en todo ese tiempo besé otros labios, pero nunca se acomodaron a ellos porque ahora me doy cuenta de que mis labios sólo encajan perfectamente con los tuyos, mi lengua sólo se complace cuando juguetea con la tuya.

Y fueron nuestros besos, caricias, abrazos apasionados, penetraciones, nuestros cuerpos que se reconocen los dos como parte de un mismo juego.

Con la prisa primero, como queriendo reponer todo ese tiempo perdido que se perdió por culpa de que tu me rechazaste, y luego lentamente, para disfrutar al máximo de tener de nuevo el cuerpo que nunca dejó de ser amado y deseado por ti, y tener la certeza de que con tu entrega ahora ya no habrá más despedidas. Noto incluso el miedo que esta vez tienes en perderme,….si supieras lo mucho que sufrí por los rigores y los rechazos que tuviste para conmigo, la desconfianza hacia mi persona que por entonces demostrarte, el orgullo terriblemente ofendido que me dejaste por alguien que yo siempre consideré que nunca me llegó a la suela de mi zapato. Pero si no te perdono, te perderé de nuevo, y ahora ya estoy en una edad que ya no estoy para nuevas tonterías,…con las justas ya tengo bastantes.

Y a partir de ahora, en esta noche y en todas las que seguirán en adelante, nos buscaremos una y otra vez, como queriendo cerciorarnos de que todo eso no ha sido como un sueño, que realmente existimos, y que después de tantos años separados, ahora estamos aquí el uno al lado del otro.

Y yo te digo que, si esta vez te entregas a mi por entero, que si me compensas por todos estos años que no pude disfrutar de ti, que si eres cariñosa, entregada, abnegada y amable conmigo,….entonces te invitaré a que compartas conmigo esa danza eterna de dos cuerpos enamorados que se vuelven uno solo, que se complementan perfectamente, que llenos de amor y deseo, se entregan a esa encendida pasión que se ha ido despertando de un modo mucho más intenso por ese paso de los años. Y es que con el paso de los años he aprendido una cosa, querida: que el amor es un agradable juego que sólo funciona cuando dos quieren, cuando dos están dispuestos a dar lo mejor de sí mismos.  


No hay comentarios:

Publicar un comentario