Tu pareja te dejará casi siempre por uno
de estos tres supuestos:
- No te aguanta más. Tu sola presencia le da asco. Le molesta
el olor de tus pies, tu ropa, cómo colocas la toalla en el baño, la manera en
que te rascas la cabeza y se avergüenza cada vez que abres la boca. Ten en
cuenta que el cuchillo nuevo enorme que ha comprado no es para el pulpo. De
hecho, nunca hacéis pulpo, gilipollas.
- Le gusta otra persona. Esto suele sumarse al punto anterior, aunque no necesariamente. A veces puede seguir queriéndote, pero no tanto como al otro, por eso te deja.
- Necesita estar sola, pero te sigue queriendo. Esta es la excusa que te darán en el 99% de los casos, una cifra inversamente proporcional a la cantidad de veces que esto ocurre en la vida real. Puede que tú pertenezcas al uno por ciento de los afortunados, aunque yo no estaría tan segura.
( Párrafo
encontrado por internet )
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