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lunes, 2 de junio de 2014

YO ME ACOGÍ, COMO PERDIDO NAUTA...



Yo me acogí, como perdido nauta,
a una mujer, para pedirle amor,
y fue su amor cansancio a mis sentidos,
         hielo a mi corazón.

Y quedé, de mi vida en la carrera,
que un mundo de esperanza ayer pobló,
como queda un viandante en el desierto:
         ¡A solas con Dios!

( Gustavo Adolfo Bécquer, en una de sus Rimas)


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