Páginas

jueves, 21 de febrero de 2013

LA QUERIDA PROFESORA DE MATEMÁTICAS




Mi bella y muy querida profesora de matemáticas:

No quiero que me enseñes ni álgebra, ni cálculo, ni mucho menos integrales. Lo único que quiero que me enseñes a vivir contigo.

No quiero aprender a sumar ni a restar, ni a multiplicar, ni a dividir. Sólo enséñame a no poder vivir sin ti.

No quiero la regla de tres, ni parábolas, ni tangentes, ni puntos, ni líneas, ni superficies, ni volúmenes. Sólo te quiero aquí, muy cerca de mí  y lejos de esa gente estúpida que no nos deja vivir.

No, ¡la raíz cuadrada, no, por favor!, sólo tus brazos envolviéndome y tus besos comiéndome.

No quiero exponenciales, ni logaritmos, ni trigonometría, ni geometría, analítica o plana. Sólo te quiero en mi vida, como única lógica matemática.

Ni ecuaciones de primer, segundo o tercer grado, ni coordenadas, ni gráficas, ni números primos, ni números pi, ni máximos comunes divisores, ni mínimos comunes múltiplos. Solo tú y yo, enredados entre las sábanas, y tomándonos el uno al otro.

Ni elipse, ni hipérbola, ni círculos, ni cónicas. Solo tú y yo tirados en la hierba en la tranquilidad del anochecer y disfrutando un festín del uno con el otro, a base de deliciosos besos, suaves caricias, y abrazos apasionados, de esos que sólo tú sabes dar y que me enamoran.
.
No quiero más números, ni teoremas de Pitágoras, ni más fórmulas complicadas. Solo quiero tus besos, y como veo que sabes contar en cualquiera de las formas matemáticas posibles, por favor, dame miles de ellos, que eso sí que de verdad ni me cansan ni me aburren.

Pero mi querida profesora de matemáticas, haré un trato contigo: si tú me das todo lo que quiero de ti,  aprenderé las aburridas matemáticas que quieras enseñarme, ¡pero sólo contigo, cariño!,…¡sólo tú puedes ser mi maestra, mi profesora, mi amante…!. Te quiero con locura.




No hay comentarios:

Publicar un comentario