Después de unos largos años sin verte,
de recordar la primera vez que te ví en el instituto y yo era un muchacho diez
años mayor que tú al que tú rechazabas más por influencia de tus tontas amigas,
que por impulsos de ti misma. Después de casi 20 años sin verte desde la
primera vez, estuve pensando en qué sentiría si te viera de nuevo; si mi
corazón se aceleraría o se quedaría pasivo; si los recuerdos los buenos y los
malos, me llegarían en cascada o no me provocarías nada; si sería capaz de
perdonarte todas tus estupideces, tus absurdos rechazos, y el deseo me
renacería. Si mi boca querría besarte para sentir el calor que desprenden tus
labios como antes, o si sabría controlar sin demasiadas dificultades esos
deseos, castigándote con el mismo rechazo que tú tenías para conmigo. Me
preguntaba qué sentiría al tenerte de nuevo frente a mi. Preferiste a otro
porque entonces pensabas que era mejor que yo, pero al final viste que se
embobó, que se engordó, que se emborrachaba, que se iba con otras mujeres,…..y
sin embargo, yo que te amaba con locura, a mi me rechazaste despiadamente, y ya
ves, sigo derecho y entero, y ya no me puedes comparar, ya no puedes pensar
como antes que yo era peor.
Pero también me preguntaba, si al
reencontrarnos, qué verías ahora en mí, si sólo verías en mi cara el paso del
tiempo, o verías de nuevo a aquel joven mozo que suspiraba por ti, que se
partía el brazo con tal de conseguir tu amor; si me verías las canas que
empiezan a poblarme las sienes, o me aceptarías tal como soy ahora.
Me preguntaba si volverías a
emocionarte, si nuevamente temblarías de deseo como aquella vez que lo hicimos
furtivamente,….o si te quedarías fría y ya no sentirías nada por mi. Si podríamos
hablar de todos esos años que han pasado, e incluso del futuro que creemos que
nos espera. Me preguntaba si esta vez tendría ya una segunda oportunidad
contigo, si los dos deberíamos abrirnos la puerta el uno al otro y vivir ese
amor que nos hemos perdido, ese amor que tú no consentiste y que se nos ha
perdido con paso de todos esos años.
Y ya estás aquí, ya estamos frente a
frente, no sé qué decirte, tú sólo me miras y me sonríes, y me sorprendes
gratamente…¿es que ya te diste cuenta de lo cruel que fuiste en rechazarme y de
que yo no me merecía eso?,….¿es por eso que ahora me sonríes y me miras con
emoción, como si quisieras pedirme perdón?. ¿Qué importa el pasado, qué
importan tonterías que ya han pasado y nunca más volverán?, ….ahora sólo alargo
mi brazo hacia ti y me atrapas, me atraes hacia ti, tu boca busca la mía, no
vacilas en besarme,…se te notan las ganas, y ahora respiro tu aliento y te
fundes en mí, y me despiertas todos mis sentidos, me embriago de tu aroma, el
mismo que te regalé como aquella vez, aquel perfume de origen ruso, que sabías
que era mi preferido,…ahora percibo el aroma de tu beso, que es como aquel que
furtivamente una vez te robé. Y se me olvidan las preguntas y los temores, se
me borran las tristezas y resquemores,….ahora quiero disfrutar de tu entrega
total sin necesidad de palabras, no me tienes que rendir hechos ni darme
excusas,….con tus besos es como si me lo dijeras todo.
El tiempo se desvanece, pero siento que
nuestros corazones se aproximan, y no me preguntas lo que hice como tampoco yo
te pregunto a ti, tiempo tendrás de contármelo,…sólo me susurras que aún me
amas, que es lo único que me importaba que me dijeras, y renace de nuevo mi
deseo por ti, como en aquellos años adolescentes que te conocí, y nuestros
cuerpos buscan sus sitios, tu boca encuentra la mía, te apetece besarme,…si
supieras cuánto te echó en falta mi boca, aunque en todo ese tiempo besé otros
labios, pero nunca se acomodaron a ellos porque ahora me doy cuenta de que mis
labios sólo encajan perfectamente con los tuyos, mi lengua sólo se complace cuando
juguetea con la tuya.
Y fueron nuestros besos, caricias,
abrazos apasionados, penetraciones, nuestros cuerpos que se reconocen los dos
como parte de un mismo juego.
Con la prisa primero, como queriendo
reponer todo ese tiempo perdido que se perdió por culpa de que tu me
rechazaste, y luego lentamente, para disfrutar al máximo de tener de nuevo el
cuerpo que nunca dejó de ser amado y deseado por ti, y tener la certeza de que
con tu entrega ahora ya no habrá más despedidas. Noto incluso el miedo que esta
vez tienes en perderme,….si supieras lo mucho que sufrí por los rigores y los
rechazos que tuviste para conmigo, la desconfianza hacia mi persona que por
entonces demostrarte, el orgullo terriblemente ofendido que me dejaste por
alguien que yo siempre consideré que nunca me llegó a la suela de mi zapato.
Pero si no te perdono, te perderé de nuevo, y ahora ya estoy en una edad que ya
no estoy para nuevas tonterías,…con las justas ya tengo bastantes.
Y a partir de ahora, en esta noche y en
todas las que seguirán en adelante, nos buscaremos una y otra vez, como
queriendo cerciorarnos de que todo eso no ha sido como un sueño, que realmente
existimos, y que después de tantos años separados, ahora estamos aquí el uno al
lado del otro.
Y yo te digo que, si esta vez te
entregas a mi por entero, que si me compensas por todos estos años que no pude
disfrutar de ti, que si eres cariñosa, entregada, abnegada y amable
conmigo,….entonces te invitaré a que compartas conmigo esa danza eterna de dos
cuerpos enamorados que se vuelven uno solo, que se complementan perfectamente,
que llenos de amor y deseo, se entregan a esa encendida pasión que se ha ido
despertando de un modo mucho más intenso por ese paso de los años. Y es que con
el paso de los años he aprendido una cosa, querida: que el amor es un agradable
juego que sólo funciona cuando dos quieren, cuando dos están dispuestos a dar
lo mejor de sí mismos.
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