Bueno, ya que estoy en esa tribuna, tengo algo que decir:
Cariño, si supieras cuánto me gustas, cuánto te quiero, y lo
romántico que me gustaría que fuera todo, sin que llegara a ser un simple
capricho pasajero, sino algo que durara toda la vida, con toda pasión.
Me gustaría que siempre fueras alguien que sabe ser
interesante, que vale la pena, de quién me resultara fácil enamorarme, y que
todo ese amor no sólo me fuera correspondido por ti, sino que me inspirases día
a día para que perdurara siempre y para siempre.
Sé que tenía otro discurso más largo, pero me lo reservo para
otro día.
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